Venus de Milo

Diosa griega de la belleza y del amor, según la mitología, una concha de mar era mecida por las aguas del Mediterráneo hasta que chocó en las costas de la isla griega de Citerea, el impacto la hizo abrirse y de su interior surgió la diosa. Una de las representaciones más conocidas de su nacimiento es la pintura “El nacimiento de Venus” de Sandro Botticelli en 1485.

Con base en la mitología griega, Zeus intentó casarse con ella, pero lo rechazo, como castigo, la desposó con Hefesto, herrero dios del fuego, conocido por ser un dios deforme. Afrodita es considerada una diosa que disfrutaba de la atención y los placeres carnales, que contaba con múltiples amantes tanto inmortales como mortales; dentro de sus hijos se encuentran Eros (Cupido), Anteros, Eneas, Hermafrodito, Príapo, Himeneo, Concordia, Himero, Antero, Deimos y Fobos. (Humbert, J. : 1990).

La escultura fue encontrada en la isla de Melos en 1820, por un campesino que araba su tierra cerca de la ciudad del mismo nombre (Serullaz : 1989); el marqués de Rivière, entonces embajador de Francia en Grecia, la adquirió casi de inmediato y se la regaló al rey Luis XVIII. El soberano la cedió a su vez al Museo de Louvre en marzo de 1821, donde actualmente se encuentra.

La Venus de Milo “se inscribe en la tradición de las Afroditas clásicas, pero por otra parte se ha querido ver en ella a una obra original del siglo IV. En realidad la torción que anima el cuerpo sobre su eje (la cabeza y los hombros se vuelven hacia la derecha y las piernas hacia la izquierda), la ligereza de la vestimenta y la sensualidad que emana del desnudo cuerpo son otros tantos rasgos no clásicos, y generalmente se la considera como una creación ecléctica del helenismo tardío” (Bazin, G. : 1972); sus brazos desaparecidos han dado lugar a muchas hipótesis, la más verosímil indica que “la diosa sujetaba con la mano derecha la resbalante vestidura y que en la izquierda tenía una manzana, símbolo de la isla de Melos”. (Bazin, G. : 1972).

Junto a la Victoria de Samotracia, la Venus de Milo es considerada una obra maestra del arte griego, y como uno de los modelos perfectos de la belleza femenina, debido a “las proporciones del cuerpo, el movimiento de las líneas, el contrate muy trabajado dente el drapeado de rebuscados pliegues y la desnudez del torso” (Quoniam : 1983).

 

 

Estatua de Afrodita en mármol de Paros. 
Finales del siglo II A.C. (Boardman, J. : 1996)